“La remontada también se debe al cierre de filas de todas las fuerzas estadistas”

No hace más de 60 días atrás, que pocos apostaban un peso dando a Luis Fortuño como ganador.  Agapito era dado por línea pa’ barrer con to.

La derrota del ‘No’ en el Referéndum de la Fianza del 19 de agosto de 2012, produjo en las filas de la Palma un ataque de pánico con recetas de kaopectate y prozac. Alcaldes y legisladores azules cuestionaban por lo alto la viabilidad de Fortuño, la capacidad de su equipo de campaña, la lealtad de una base que en 40% todavía no había cerrado filas y que los abandonó en el Referéndum, y la inhabilidad en sacar votos. La derrota del ‘No’ probó que el estado mayor de Fortuño se había dormido en las encuestas, que la prensa se los comió vivo en los mensajes, que les comieron los dulces en las redes sociales, y existía un alto grado de desmotivación. Lo único que había funcionado fue la organización electoral. Thomas Rivera Schatz denunciaba que su partido dormía. Aníbal Vega Borges aseguraba una derrota electoral. Carlos Romero pedía una sacudida estratégica. Solo Ricardo Rosselló cerró filas incondicionales detrás de Fortuño en su momento más gris. Y cuando la prensa imperial atacó la integridad del joven Rosselló por haber sido contratado en la UPR, solo el gobernador salió en su defensa.

Como en política cada día es un año luz, de allá para acá ha llovido milenios. La semana pasada señalé aquí la inversión de fortunas y la insólita remontada que el equipo azul ha hecho en las últimas 8 semanas. Expliqué con lujo de detalles los errores del enemigo. Hoy, entro a analizar los ajustes y cambios que ha hecho Fortuño para ayudar al despegue de su campaña.

Lo primero que hay que señalar es que Fortuño tiene la cara de pendejo mejor administrá que hay en este país. De pendejo, no tiene nada. El gobernador tiene un carácter flemático pasivo agresivo que no lo lleva a cometer los errores tradicionales del apasionamiento, la obsesividad y la agresividad mánica típica de los caudillos usuales. Fortuño es un pájaro raro en política. Frío, calculador, paciente, tranquilo bajo presión, seguro, inmutable ante los ataques y persistente en su mesianismo conservador. Eso le ha ganado un grado de protección teflón y a la misma vez, un autocontrol que lo protege de ser víctima de sus propias pasiones. Fue precisamente esa pasta la que le permitió sacar ventaja de los exabruptos y fanfarronerías de AGP en el primer debate de mediados de septiembre. Fortuño lució maduro, serio y gubernatorial, en contraste con su rival que proyectó infantil, agresivo, irrespetuoso, incompetente y fuera de registro. El error táctico de AGP le costó un quintal.

Todo Puertorriqueño Pro-Americano debe apoyar en todas las formas legales que pueda a Luis G.Fortuño para la reelección.

El cambio en el verano trasladando a Marcos Rodríguez Ema a la dirección general de la campaña y a Miguel Romero a la secretaría de la gobernación también le ha rendido a LFB pingues resultados. Cada capullo a lo suyo, sorullo. ‘El Gato Persa’ es otro felino con cara de minino bien administrá, que le apasiona la política y que conoce la importancia de delegar y coordinar. Miguel Romero por su parte, es un extraordinario secretario de la gobernación. Callado, eficiente, productivo; como secretario del trabajo se ganó el respeto de los sindicatos opositores, tiene facilidad para acelerar las cosas en un gobierno con muchos jefes de agencia cobardes y propensos a arrastrar los pies. Ese ajuste, le permitió a Fortuño hacer la calibración necesaria para entrar sólido a la recta final. Desde que Romero corre Fortaleza, la burocracia se ha agilizado y los proyectos van saliendo, mientras que la presencia de Rodríguez Ema le ha dado estabilidad y coordinación a la campaña.

La remontada también se debe al cierre de filas de todas las fuerzas estadistas. La derrota del Referéndum sirvió de alarma para que los estadistas entendieran que si pierden el plebiscito electoral, pueden retirarse a pastar a la Florida. La inserción en la campaña del protagonismo carismático de Ricardo Rosselló y del legendario Hernán Padilla con su eficiente grupo de ‘Equality Fighters’, sumado a la integración de mensajes y temas, inyectó en las filas estadistas todas las motivaciones ideológicas y el sentido de urgencia y unidad que tanto le faltaba a la Palma. Fortuño ha sido lo suficientemente sabio como para entender, que ese mensaje se lleva mejor con sectores de la sociedad civil y con activistas no candidatos.

La sorprendente cooperación, simetría, coordinación, y sí, porqué no decirlo, hasta simpatía, entre Fortuño y el joven Rosselló, le ha dado a la campaña un semblante de solidaridad y ha comenzado a sanar las heridas entre Rossellistas y Fortuñistas. Si en los próximos días se sumara el elusivo Pedro Rosselló al mensaje del ‘No’, de la Estadidad y de rajar la Palma tres veces, el PNP entraría totalmente solidificado justo cuando quiere que ocurra la cresta de su campaña. El padre de Ricky sería esencial para acabar de convencer a los confundidos ‘blancopisados’ que hay que votar por el ‘No’, por la estadidad y por el único equipo electoral que puede viabilizar ese mandato.

Ningún gobernador incumbente ha revalidado estando atrás en las encuestas. Ninguno ha caminado sobre aguas para partir el mar colonial. Pero no es menos cierto también, que ningún gobernador estadista ha tenido la pasta de Fortuño y ninguno ha apostado sus destinos a un plebiscito electoral donde la descolonización y la Estadidad son la razón real…