“Para una población menor, el presupuesto del Gobierno debería reducirse en lugar de aumentarse”

Ante la situación que atraviesa Puerto Rico, la confección del presupuesto público debe partir de un análisis más abarcador del que tradicionalmente se realiza. Con eso en mente, veamos ciertos aspectos que usualmente no se consideran en un proceso presupuestario pero que, en este caso, pueden iluminar el camino.

• Perspectiva macroeconómica: Para el año fiscal 2014 se proponen $9,835 millones en desembolsos. Eso representa un aumento de gastos de alrededor de $753 millones en comparación con el año fiscal vigente ($9,082 millones), que equivale a un incremento de +8.29%. Si en lugar de comparar con el presupuesto vigente comparamos con la proyección del gasto real para el año fiscal corriente ($9,222 millones), el aumento sería de $613 millones, o sea, +6.65%. De cualquier forma, esos aumentos no guardan relación con la tasa de inflación de Puerto Rico, que para el año fiscal 2012 fue de 2.6%, ni con el Producto Nacional Bruto que durante el mismo año creció en términos reales tan solo 0.1%.

• Población: De acuerdo al Negociado del Censo de Estados Unidos, desde el año 2000 al año 2010, la población de Puerto Rico se redujo de 3,808,610 personas a 3,725,789 personas. En el año 2011, descendió a 3,706,690 personas. Para una población menor, el presupuesto del Gobierno debería reducirse en lugar de aumentarse.

• ACT/BGF: Además del aumento en impuestos de más de $1,500 millones para balancear el Presupuesto General de Gastos, el Gobierno se propone también aprobar un aumento significativo al arbitrio del petróleo (EL VOCERO, 11/junio/2013, p. 4). El propósito de ese aumento es pagar unos préstamos de $2,200 millones que tiene la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) con el Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico (BGF). Esos préstamos están respaldados por propiedades. Si la ACT no tiene el dinero para pagarlos, el BGF debe vender esas propiedades y con el producto de esas ventas pagar los préstamos. Si ese dinero no fuera suficiente, el BGF, que aprobó esos préstamos a sabiendas de que no tenían una fuente de pago confiable, debe absorber las pérdidas. Los limitados recursos disponibles deben dedicarse a la inversión pública y no deben desperdiciarse pagando deudas viejas para salvar agencias que ya rindieron su vida útil.

• Desempleo: Luego de ver la tasa de desempleo descender a 13.7% en abril del 2013, algunas personas piensan que nuestra economía está mejorando. La tasa de desempleo, sin embargo, es una ficción estadística producto de una tasa de participación de alrededor de 40%. Para ilustrar esa realidad, si la tasa de participación estuviese al mismo nivel que en el resto de Estados Unidos (63.4%), la tasa de desempleo en Puerto Rico sería mayor de 44%. En otras palabras, nuestra economía no está en buen estado.

No importa como lo miremos, las indicaciones están claras. En lugar de aumentarse, el Presupuesto General de Gastos del Gobierno de Puerto Rico debe reducirse.