MIGUEL ROMERO Aún estamos a tiempo

Aún estamos a tiempo

MIGUEL ROMERO

La situación económica en que se encuentra Puerto Rico actualmente es volátil y a punto de ebullición. Pero estamos a tiempo de evitar un desastre mayor. En las pasadas semanas, medios nacionales de gran prestigio en materia económica como Bloomberg, Barron’s, Bond Buyer, Financial Times y The Wall Street Journal han reportado que el panorama económico de nuestra Isla no es alentador y han alertado sobre el efecto negativo de las políticas adoptadas por la presente administración.

Según la agencia acreditadora Standard & Poor’s, nuestro crédito está en su peor momento desde el 2008. Tan recientemente como la semana pasada, nuestros bonos en la bolsa de valores se vendieron de facto a nivel de “chatarra”, y para colmo, han perdido casi un 17% de su valor en lo que va de año. Como resultado, tengamos bonos o no, todos somos más pobres. La situación ha llegado a tal nivel, que para el próximo mes el Gobierno tenía planteado ir al mercado de bonos y emitir deuda por $4,000 millones, pero han tenido que desistir. El desconcierto creado a consecuencia de esta incertidumbre, tiene a los inversionistas en brote y negociando nuestros bonos a un rendimiento de más de 10%, que quiere decir que nosotros tenemos que pagar más por los chavos que el Gobierno coge prestados.

Luego de ocho meses del Gobierno del Partido Popular, lo que estamos viendo es el reflejo de políticas erróneas con resultados hasta ahora nefastos para nuestro desarrollo económico. La disciplina fiscal que se había adoptado bajo la pasada administración y que había empezado a enderezar nuestra economía quedó en el pasado. En su lugar han legislado más 50 nuevos impuestos que buscan sacar

Valor de los Bienes de cada Español era $5 Mil/Desde que se Unió al Mercado Común aumentó a $30 Mil/Unión XX Riqueza
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de nuestro bolsillo más de $1,300 millones. Estas políticas han logrado contraer nuevamente nuestra economía y han debilitado las probabilidades de salir de la crisis.

Los datos, lamentablemente, hablan por sí solos. El Índice de Actividad Económica lleva 8 meses contrayéndose y en julio pasado se redujo en un 5%, la peor caída en más de 3 años. Como si fuera poco, las quiebras aumentaron en un 11% en agosto y en lo que va de año se han perdido más de 21,000 empleos. La mal llamada “Ley de Empleos Ahora” no ha sido efectiva hasta el momento y la empresa privada resiente los dramáticos aumentos del 300% en el agua y de más del 35% en la luz. Con tan sólo

mirar los recaudos del primer mes (julio) todo apunta a que el déficit de este año fiscal 2013-2014 será mucho mayor al proyectado y las probabilidades de una degradación crediticia son cada día más evidentes.

Al momento en que escribo esta columna, un amplio grupo de empresarios puertorriqueños ha pedido a coro la eliminación de la patente nacional impuesta por el Partido Popular ante el severo impacto que tendrá en las finanzas de las empresas de la Isla, incluyendo la posibilidad de que lleve a la quiebra a cientos de pequeños negocios. Hasta la secretaria de Hacienda admitió que hay algunas compañías que han tenido “un impacto muy grande” como resultado de este nuevo impuesto. Creo que es una excelente oportunidad para que nuestro gobierno ponga oído en tierra. Insisto nuevamente en que podemos evitar la degradación.

El Gobierno debe desistir de aumentar el gasto público y comenzar a ajustar dicho gasto, no al presupuesto sino al recaudo de ingresos, además de derogar o mitigar el efecto de la mayoría de los impuestos.

Aún estamos a tiempo.