Igualdad – Pedro Pierluisi / Comisionado Residente y Presidente del PNP

Igualdad

Pedro Pierluisi / Comisionado Residente y Presidente del PNP

Este 2 de marzo se conmemoró el 97 aniversario de la otorgación de la ciudadanía americana a los puertorriqueños, ocurrida en el 1917 por medio de la Ley Jones-Shafroth. 

La gran mayoría de los puertorriqueños atesoran su ciudadanía y valoran nuestra unión con Estados Unidos de América.

Además, en términos de población, son más los ciudadanos de descendencia boricua que viven en los estados de la unión que los que permanecen en nuestra bella isla. Hoy celebramos que podemos disfrutar de las bondades de la ciudadanía americana. Hoy celebramos todos los derechos y beneficios que nos brinda. Hoy honramos los sacrificios de aquellos hombres y mujeres que han luchado por defenderla. Y hoy contemplamos los riesgos que tantos ciudadanos de otras naciones están dispuestos a sobrepasar para lograr lo que por nacimiento nosotros ostentamos.

Estados Unidos no es una nación perfecta. Sigue teniendo el potencial de crecer y mejorar. No obstante, los principios de igualdad y democracia, la garantía de libertad y la protección de los derechos fundamentales de los seres humanos hacen de la nación americana un ejemplo en el mundo.

Refiriéndose a Estados Unidos, el exprimer ministro de Inglaterra, Tony Blair, dijo: “Una manera simple de medir a un país es mirar cuántos quieren entrar y cuántos quieren salir”.

No hay duda de que son muchos los que quisieran tener la suerte con que contamos los puertorriqueños de ser ciudadanos americanos.

Sin embargo, a 97 años de la Ley Jones, los ciudadanos americanos de Puerto Rico no hemos podido culminar nuestra relación con Estados Unidos y no gozamos plenamente de los principios de igualdad que detenta nuestra nación alrededor del mundo.

Esa ciudadanía que tanto atesoramos carece de derechos fundamentales que afectan nuestra vida a diario. Y esa falta de derechos, -el derecho al voto por los líderes nacionales, el derecho a la representación digna en el gobierno federal y el derecho a ser tratados en igualdad de condiciones con nuestros conciudadanos-, tiene que ser considerada antidemocrática y antiamericana,  pues no es representativa de los principios que guían a nuestra nación.

Como ciudadanos americanos padecemos del desempleo más alto en la nación. Tenemos la participación laboral más baja de cualquier estado. Contamos con los niveles de ingresos más bajos que el estado más pobre.

Y el modelo económico y político de Puerto Rico ha colapsado sumiéndonos en la crisis más seria que hemos enfrentado en nuestra historia.

Tristemente todos los días hermanas y hermanos puertorriqueños abandonan nuestra isla en busca de los derechos y oportunidades que pueden tener en un estado de la unión.

En número alarmante vemos cómo nuestros familiares y amigos se alejan de su patria para beneficiarse de la ciudadanía americana plena.

Se acabó el tiempo de conformarnos con menos.

Los ciudadanos americanos en Puerto Rico nos merecemos la igualdad.