El gobernador Alejandro García Padilla, en su mensaje de presupuesto alegó que su propuesta de presupuesto para el próximo año fiscal (2014-15) que comienza el 1 de julio, constituye el primer presupuesto balanceado (en el que los gastos equiparan los recaudos) en décadas. Me temo que al igual que su promesa en su mensaje de presupuesto del año pasado de que bajaría el IVU por .5 puntos porcentuales , su compromiso de balancear el presupuesto a partir del 1 julio, quede como otra promesa más sin cumplir.
El Indicé de Actividad Económica de marzo que emitió el Banco Gubernamental de Fomento para el mes de marzo, donde se reporta una caída de 3.4 por ciento en el mismo para el año fiscal corriente (julio-marzo 2013-14)), esto refleja la continuación de la contracción en la actividad económica . E equivalente a una contracción de 2.4% en el Producto Nacional Bruto real para el mismo periodo. Estos elementos prefiguran que el cumplimiento con la promesa del presupuesto balanceado se torne en un espejismo en vez de una realidad.
Veamos. La reducción en gastos y ajustes presupuestarios proyectados de $1,375 millones y los nuevos recaudos de entre $357 millones a $650 millones al entrar en efecto impuestos ya legislados; es una sumamente conservadora a la luz del supuesto ficticio de un crecimiento económico de .2 por ciento para el corriente año fiscal y la escasa probabilidad que se cumpla con la proyección de recaudos estimados ($3,478,728,000) para los últimos tres meses (abril-mayo-junio) del presente año fiscal. La economía no está creciendo a (.2 por ciento), sino contrayéndose a una tasa promedio de 2.4 por ciento por lo que las proyecciones extremadamente optimista de recaudos estimados para el último trimestre del año fiscal corriente no se cumplirán. De ello ya nos ha advertido la Secretaria de Hacienda, Melba Acosta, advirtiendo que con toda probabilidad haya que sumarle a los $1,375 millones en recortes y ajustes, $850 millones en ‘costos incrementales’ para una suma total de recortes y ajustes de $2,225 millones.
Si tenemos en cuenta que ya existe oposición por parte del presidente de la Cámara, Jaime Perrello y muchos legisladores populares, a algunos de los recortes y ajustes a la nomina ( recortes al bono de navidad) y la entrada en efecto de impuestos legislados, contenidos en la propuesta de presupuesto del ejecutivo. Así como del liderato sindical a dejar sin efecto los aumentos en salarios y beneficios contenidos en los convenios colectivos negociados, es poco probable que se concreticen los recortes y ajustes conservadores de $1,375 millones y los aumentos en recaudos de por lo menos $357 millones por la entrada en efecto de los impuestos legislados y que la promesa del presupuesto balanceado se convierta en otra promesa incumplida.
Finalmente, el compromiso de cero despidos y de que no se afectaran la calidad de los servicios públicos es más que evidente que quedará como otra promesa incumplida más, al ya aceptarse que ello no incluye los empleos de confianza, los transitorios y los de contrato. No importa el monto de los recortes y ajustes que a la larga se materialicen, estos serán de tal magnitud que se afectara la calidad de los servicios gubernamentales.
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