EL VOCERO / Archivo

Lic. Adrián González Costa
Legislador Municipal del PIP en San Juan

Durante la contienda electoral del 2012, la entonces candidata por el Partido Popular para la alcaldía de San Juan, Carmen Yulín Cruz, se valió de todos los medios posibles para contrarrestar la prepotencia del entonces incumbente Jorge Santini. Dicha estrategia consistió en acudir a todos aquellos grupos que de cierta forma estaban molestos por el abandono y marginación en el que se encontraban por la administración Santini y el partido de poder. En su gesta y bajo la bandera de “un San Juan para todos” predicó y le vendió a todos estos sectores una política de “alianzas”, con el único propósito y objetivo de convertirse en alcaldesa.

En un “San Juan para todos” se crearían alianzas para administrar la ciudad de una forma democrática, con alta participación ciudadana y un presupuesto participativo. Se proyectó como el antónimo de Jorge Santini. Los penepeístas, frustrados por la ausencia y arrogancia de su candidato durante la campaña, se quedaron en sus casas el día de las elecciones, y sucumbieron a los cantos de sirena de las alianzas, el presupuesto participativo y un San Juan para todos, y votaron por Yulín, quien ganó con menos votos que los obtenidos por Ferdinand Pérez. Todos recordamos la juramentación en el lugar que Santini abandonó y que sería administrado por cooperativas y entidades sin fines de lucro, el parque Luis Muñoz Marín.

El tiempo transcurría y el “San Juan para todos”, no arrancaba. “Estamos todavía empezando”, decían. Y al fin, al cabo de un año, con la debacle de las Fiestas de la Calle San Sebastián, momento en el que con prepotencia la Alcaldesa responsabilizó al Tribunal Supremo de cualquier tragedia que pudiera ocurrir por haber sido declarado inconstitucional el plan de la administración municipal, comienza a emerger la verdad sobre Yulín. Intentó prohibir que las personas que no sean de San Juan, obtengan el permiso de vendedor ambulante para vender en el Viejo San Juan. Ya para la Pascua, quedó al desnudo la mentira de todo aquel discurso de la campaña electoral, el que hasta hoy nunca se ha traducido en acciones reales en términos administrativos.

El más reciente escándalo es la aprobación de una ordenanza municipal, propuesta por la administración, que autoriza un contrato de arrendamiento sin el requisito de subasta, dejando a un lado lo dispuesto en la Ley de Municipios Autónomos para tales fines. Específicamente, esta transacción le entrega 1.7 cuerdas del Parque Luis Muñoz Marín (el maestro de la privatización) a intereses privados –aportadores económicos del PPD y el PNP- para construir y administrar un parque de fútbol dirigido a adultos jóvenes de un nivel socio-económico alto. Al conocer esta información, a todos nos pasó por la mente la película de discurso del “San Juan para todos” y las “alianzas”. La interrogante es, ¿un San Juan para quiénes? No todos pudieron presentar su propuesta para el uso del parque, no todos podrán usar el parque. Las condiciones para el uso gratuito las impuso la corporación, un fin de semana al mes.

¿Estas eran las alianzas? Esta alianza tiene nombre y apellido y es la misma que pregonaba Luis Fortuño con la Ley de las Alianzas Público Privadas. La misma que dio lugar a la privatización del aeropuerto, trámite que comenzó Luis Fortuño y ratificó Alejandro García Padilla. Trámite que la alcaldesa criticó, pero que finalmente imitó con el asunto del parque. Sin embargo, una fundación que provee terapias a niños con autismo, a través del deporte del fútbol, no pudo beneficiarse de ningún tipo de alianza con el Municipio para poder administrar su fundación, tan solo pedía que le brindaran un espacio gratuito.

Ahora reina un ambiente de frustración entre los que depositaron su confianza en ella. Ahora todos en San Juan, saben que San Juan no es para todos.