EL VOCERO / Archivo
Por Thomas Rivera Schatz, Ex presidente del Senado –
A falta de una fórmula de estatus político viable y conveniente que puedan ofrecerle a Puerto Rico, los líderes del Partido Popular concentran la mayor parte de sus esfuerzos en atacar la Estadidad utilizando todo tipo de disparates. Hasta describen la estadidad como algo monstruoso, destructivo y, en el mejor de los casos, como una meta irrealizable. Quinientos años de colonialismo no han sido en vano, han provocado muchos complejos coloniales que se han acentuado en alguna gente que, aunque ya saben que la Estadidad es la mejor opción, creen que jamás la lograremos.
El pasado 29 de mayo, en este periódico, publiqué mi columna ‘Hay Solución y Esperanza (IV)’, en la que traté este tema de los complejos coloniales. Ofrecí como ejemplos las luchas históricas que tuvieron que dar en los Estados Unidos los afro-americanos, las mujeres y 37 estados de la Unión que antes fueron territorios coloniales; como lo continúa siendo Puerto Rico. Todos lucharon en contra de los prejuicios, los maltratos, la ignorancia y la indiferencia de los entonces regentes del Gobierno federal, incluyendo hasta los prejuicios tradicionalistas en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
Todos esos ciudadanos americanos, absolutamente todos, lucharon y alcanzaron sus metas de igualdad. Asumieron posturas valientes, sensatas y sin el bochornoso complejo de “no nos quieren”. Hoy, tenemos un presidente afro-americano, con nombre musulmán e hijo de un inmigrante de Kenia. ¿Quién se habría imaginado eso hace 40 años? Las mujeres americanas lograron su derecho al voto a principios del Siglo XX y hoy son coautoras de la historia en igualdad con los hombres; escalando, incluso, las más altas posiciones de liderato en los sectores público y privado. Hoy, los 37 territorios coloniales que lucharon por la estadidad ya son estados de la Unión. Todos esos 37 estados tienen igualdad de derechos, obligaciones y beneficios. Todos tienen muchísima más calidad de vida que en esta colonia que sufrimos. Por esas razones, mi llamado es a luchar, ser consistentes y dejar de actuar como colonizados sumisos y acomplejados. Los puertorriqueños y las puertorriqueñas, somos ciudadanos americanos. Somos trabajadores y exitosos cuando nos proponemos serlo. Ese es el punto de partida de nuestra gran lucha por la igualdad. Tenemos la misma ciudadanía que tenían todos los que dieron sus luchas por la igualdad y triunfaron.
¿A qué se han dedicado los líderes populares en Puerto Rico? A sembrar y cultivar aquí los prejuicios que sobreviven en algunos individuos dentro del Gobierno federal. Van allá a mofarse de las intenciones de convertir a Puerto Rico en un estado de la Unión; a decirles que somos distintos a ellos; que hablamos otro idioma. Pregonan, incluso, que allá deben tener cuidado con la estadidad para Puerto Rico porque tenemos más electores que 25 estados; que eso nos haría un estado hispano muy poderoso porque tendríamos más congresistas y fuerza electoral para elegir y derrotar candidatos en elecciones presidenciales que la que tienen esos estados.
Esa siempre ha sido la faena anti estadista de los líderes populares en Washington D.C. Como lo hicieron en las décadas de los ’50 y los ’60 cuando enviaban a los Estados Unidos a miles de puertorriqueños y puertorriqueñas diciendo allá que nuestra gente eran buenos ‘tomateros’ y ‘criadas’. Esa faena cada vez se les hace más difícil porque la nación de la que somos ciudadanos ha demostrado tener la virtud de la evolución, corregir errores, abandonar prejuicios y rectificar. Los prejuiciados de allá y los acomplejados de acá cada vez son menos. Nuestro pueblo, nuestra gente, es talentosa, juiciosa y emprendedora. Logramos nuestras metas trabajando con sacrificio y esmero. Así somos los boricuas.
El peor de los acomplejados aquí es aquel que piensa que no tenemos derecho a luchar por la igualdad como ciudadanos americanos porque en Washington D.C. hay quienes no actúan. Esos son los que pretenden que en Washington nos envíen una invitación con letras doradas. La estadidad nunca se le ha regalado a nadie. Quienes la quieran, tienen que lucharla. Así ha sido siempre y para todos.
La estadidad le conviene más a los puertorriqueños que a cualquier burócrata en Washington D.C. Por eso somos estadistas y cada día somos más. Por eso estamos conscientes de que esta lucha la tenemos que dar y sostener nosotros hasta que abramos esa puerta a la igualdad. Si otros lo lograron, entonces ¿por qué nosotros no? Esta lucha nuestra no es distinta a las que tuvieron que dar muchos otros hasta que triunfaron.
Con cuentos estadolibristas de camino y aleteos ‘nacionalistoides’ vamos pa’ ningún lao. Nada de eso ha funcionado durante 116 años de colonialismo. Al contrario, todo eso lo que ha hecho es llevarnos al desastre colonial donde estamos.
El problema fundamental de Puerto Rico es la falta de recursos económicos para disfrutar el nivel y la calidad de vida que todos queremos para nuestros hijos y nuestros nietos. Sí, el estilo de vida de un estado de la Unión porque somos socioeconómicamente tan americanos como los que viven en los cincuenta estados.
Esta colonia, como está o en su versión separatista de la libre asociación o ELA Soberano, como les quieran llamar, jamás podrán igualar ni mucho menos superar las oportunidades, los derechos, la seguridad, la calidad de vida y el progreso económico que se consolidan en la estadidad. Tan sencillo como eso. Ninguno de los líderes populares jamás podrá convencer a este pueblo que mantener esta colonia quebrada o llevarla a su versión separatista serían alternativas reales para Puerto Rico. Mírelos ahora mismo; ellos mismos no saben qué hacer con su embrollo ideológico.
Si quieres vivir en Puerto Rico al estilo de un estado de la Unión, entonces tienes que convertir a Puerto Rico en un estado de la Unión. Lo demás, es simple cantaleta.
Thomas Rivera Schatz, Ex presidente del Senado
Hay que ponerle fin a la colonia
Lo que necesita Puerto Rico es un gobernante capaz en estos tiempos de crisis.
Por Thomas Rivera Schatz, Ex presidente del Senado – 4:00 am
Mientras la colonia continúa derrumbándose… Alejandro García Padilla baila su danza de las excusas y la repartición de culpas para tratar de justificar su incompetencia y la de su equipo de gobierno; lo que en la campaña dijo que “gobernaría sin excusas”. El gobernador cree que utilizando imágenes ensayadas de “hombre de pueblo” y haciendo aguaje logrará engañar al pueblo; cuando lo que necesita Puerto Rico es un gobernante capaz en estos tiempos de crisis.
Algo es notable en García Padilla -a la hora de decir lo que sea para salir del paso- ni se sonroja. El récord está repleto de sus expresiones falsas en los mensajes ante la Legislatura, de sus promesas incumplidas, de los trucos y engaños que le ha hecho a grupos y gremios, así como sus desatinadas conferencias de prensa –por supuesto- cuando le resulta inevitable dar la cara y cuando no puede esconderse detrás de alguien. Basta recordar sus conferencias de prensa durante el ‘desmanejo’ de la emergencia en el último amago de tormenta. Logró unir al pueblo de Puerto Rico en vergüenza ajena.
Sí, mientras ese gobernador y su gobierno se dedican a dar excusas y culpar a todo el mundo, con el ‘carguete’ de algunos medios noticiosos… el pasado año fiscal se cerraron en Puerto Rico 63 plantas industriales; un aumento de 40% en cierres. Durante los últimos dos años, este desgobierno popular y su colonia le han costado a Puerto Rico la pérdida de casi 40 mil empleos a todos los niveles. La tasa de participación laboral en junio pasado fue la más baja con 39.7%; lo que significa que el restante 60% de nuestra fuerza laboral no está trabajando y los que lo hacen están en la economía subterránea.
Las quiebras aumentaron casi 11%. La construcción pública y privada está por el piso, casi inexistente con 49% menos de inversiones en este renglón. Las familias han perdido $490 millones en activos financieros, tales como ahorros, autos, casas, propiedades comerciales y hasta bonos. Las ventas al detal también continúan reduciéndose. Las ventas de autos se desplomaron en 21%. Hay 13% de menos ventas de cemento que en el año anterior; 2% menos en la venta de gasolina y 3% menos en las ventas de energía eléctrica.
El Banco Gubernamental de Fomento (el banco del gobierno), está a punto de la insolvencia y la quiebra, según los informes de las firmas acreditadoras. Las estadísticas de este mismo desgobierno no han podido ocultar que bajo la desastrosa incumbencia de García Padilla en La Fortaleza, el Índice de Actividad Económica (IAE) se ha derrumbado a niveles negativos de manera consistente y sin horizonte a la vista.
Se han impuesto cerca de dos mil millones en aumentos de contribuciones y tarifas sobre el atropellado bolsillo del pueblo. No han terminado. Por ahí vienen más aumentos como el de la factura en el consumo de energía eléctrica, entre otros.
Todos esos desastres económicos son suficientes para ahogar a cualquier pueblo. Encima de todo, los hijos de Borinquén también tienen que sufrir todos los días las consecuencias de un gobierno y un sistema colonial que no sirven, donde todo funciona mal. Dicho por los padres y maestros, los estudiantes acaban de sufrir el peor reinicio de clases que se recuerde, principalmente los de educación especial. La AMA acaba de cancelar una gran parte de sus rutas, etc. etc.
En desastre paralelo a lo anterior, los líderes populares se pelean el título del ‘cuentista mayor’ para ver quién se inventa una nueva colonia-colonia o una colonia-soberana que no existe ni podrá existir.
Podrán intentar quitarle a la colonia veinte leyes de cabotaje, ‘guindarle’ 150 tratados comerciales con otros países y todos los demás ‘guindalejos’ que ellos alegan salvarían a Puerto Rico y nada de eso arreglaría la situación de Puerto Rico como no se la ha arreglado a decenas de países donde no hay ley de cabotaje y donde tienen decenas de tratados comerciales. La Venezuela Chavista tiene mucho petróleo, no hay ley de cabotaje y tienen tratados comerciales con todo el mundo. Pero… vaya usted a ver las filas de racionamiento y las
necesidades que atraviesa ese pueblo por un régimen disparatero, embustero e incompetente.
El liderato popular no acaba de entender que Puerto Rico es un pueblo que valora su ciudadanía americana, que aspira al estilo de vida de un estado de la Unión y no a la vida de la soberanía petrolera del chavismo. ¡Estadidad Ahora!
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