EL VOCERO / Archivo

Mucho se ha hablado sobre Pedro Pierluisi y Ricky Rosselló de cara a las elecciones del 2016 como candidatos a la gobernación. No obstante, hay una tercera figura que, como mencioné en una columna anterior, mantiene su ‘aleta’ por debajo de la superficie esperando detectar la sangre para echar el ‘carrascazo’. Me refiero al expresidente del Senado Thomas Rivera Schatz.

Conozco a Rivera Schatz hace muchos años. Contrario a la figura imponente, agresiva y arrojada como político, en el plano personal, sin las cámaras o micrófonos de los medios de comunicación, es una persona muy afable, analítica, y hasta divertida cuando se tiene una conversación informal. Desde mi punto de vista puede tener la capacidad y la experiencia para gobernar a Puerto Rico, como la tienen otras figuras dentro de su partido, en el Partido Popular Democrático (PPD) y/o en el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).

De Pierluisi han indicado que le sobra la experiencia y la capacidad para ser gobernador, pero que no tiene el carisma. De Ricky se ha expresado que le sobra el carisma, pero que tiene serio déficit en experiencia y capacidad para tomar las riendas del país en un momento crítico como el que vivimos, que no es momento de hacer ese experimento. De Rivera Schatz se dice que es elegible en una primaria interna pero que no es ‘presentable en sociedad’, en unas elecciones generales por su agresivo pasado.

Ciertamente su verbo ofensivo (para sus rivales) no es hoy ni una tercera parte de lo que fue hace unos años. Eso me dice que está ‘en carrera’, está moderando la proyección de sus posturas, no obstante, sus expresiones están ahí. Uno es ‘dueño de lo que calla y  esclavo de lo que dice’, menciona el refrán, por lo que Rivera Schatz sabe que es esclavo de lo que ha dicho.

Sus ataques a figuras populares incluyen llamar ‘viejo’ a Rafael Hernández Colón, decir que la ex senadora Sila Mari González le recordaba ‘María Magdalena’, y bautizar con el despectivo ‘populetes’ a los seguidores del PPD. Esto sin mencionar sus duros e insultantes ataques otros sectores.  Hace unas semanas dialogaba con el compañero Enrique ‘Kike’ Cruz, en Noti Uno, sobre las posibilidades reales de Rivera Schatz en una elección general. Cruz me indicaba que si Puerto Rico se acaba de ‘escocotar’, en un momento de desesperación el pueblo puede mirar al de ‘línea dura’, entendiendo que es el que tiene ‘los pantalones’ de hacer lo que hay que hacer, como ha pasado en otros países. Otra persona me indicó que Rivera Schatz apostaría a una abstención del populares molestos con la administración actual, para él con la base de su partido, que es más amplia que la del PPD, prevalecer.

Solo es cuestión de esperar si Rosselló o Pierluisi caen de rodillas en un ‘tiroteo político’ para él entrar a la primaria, ya que en una primaria de tres sus posibilidades se reducen sustancialmente.

Yo entiendo que la figura de Rivera Schatz no provocaría una abstención popular. Mencionarle a un popular ‘Thomas Rivera Shatz’ es lo mismo que mencionarle ‘Satanás’ a un cristiano, o ‘Estados Unidos’ a un musulmán integrante de ISIS o Al Qaeda. Figuras como Thomas Rivera Schatz, como lo fue Pedro Rosselló en el 2004 y 2008, provocan el llamado al ‘Yihad’ o a la ‘Guerra Santa’ de los populares. Son apellidos polarizantes dentro de las filas del PPD. ¿No fueron capaces miles de populares de afiliarse al PNP en el 2008 para meterse en la primaria penepeísta y ponerle el último clavo al ataúd político de Rosselló? A eso me refiero cuando digo que Rivera Schatz es una figura política que activaría a los populares molestos con el PPD. Son apellidos que le dan ‘gasolina’ a una aspiración a la reelección de Alejandro García Padilla. Luis Fortuño no era una figura que afectara la ‘siquis’ de los populares, por lo que, les daba lo mismo aguantarlo cuatro años en la gobernación. Creo que el de Pierluisi, tampoco representa una ‘mala palabra’ para los populares. En el caso de Ricky, habría que ver si no es percibido por este sector ideológico, y otros sectores, como un regreso de Pedro Rosselló al poder, a través de su hijo. Si no, pues su apellido no debe ser una amenaza a sus aspiraciones ni a las de su colectividad en las elecciones de 2016.

En una dinámica política-electoral cualquier ‘simple’ error puede ‘matar’ cualquier aspiración, y con ese panorama dos años para las elecciones es una eternidad. Vamos a ver si Pierluisi o Ricky resbalan, sin se mantienen, y si finalmente entra Rivera Schatz.  Hoy, yo entiendo Rivera Schatz no buscará la gobernación de Puerto Rico en el 2016, pero como decimos en Noti Uno 630, ‘las noticias cambian en cualquier momento’. Es cuestión de tiempo.