La baja en el precio del barril de crudo, que hoy se mueve entre $44 y $47 dólares, ha permitido que el mercado absorba el impuesto. Eric Rojas/EL VOCERO

Por Octavio Benítez, Especial para EL VOCERO

La baja en los precios del petróleo ha absorbido el impacto que sobre el precio de la gasolina haya podido tener la imposición de la ‘crudita’ que hace dos semanas comenzó a regir en la isla.

¨El comportamiento de los clientes ha sido normal gracias a la baja que hubo antes de que entrara en vigor el arbitrio. El mercado es el que ha asumido el impuesto y por eso el consumidor no lo ha sentido¨, comentó Ricardo Román, presidente de la Asociación de Detallistas de Gasolina.

Román explicó que la baja en el precio del barril de crudo, que hoy se mueve entre $44 y $47 dólares,  ha permitido que sea el mismo mercado el que absorba prácticamente dos dólares por litro el incremento en el precio del combustible.

¨Si no fuera por esa imposición, estuviéramos más aliviados con un precio oscilando entre los 61 y 62 centavos el litro de gasolina¨, dijo.

El portavoz de los detallistas de gasolina estimó que por los próximos meses se mantendrá estable el precio del petróleo, aunque reconoció que ello representaba una predicción a corto plazo, ya que el mercado del crudo es muy inestable.

Indicó además que los márgenes de ganancia se mantienen para los detallistas de 10 a 15 centavos por galón y que con la crudita  el gobierno se queda con 55 centavos por cada galón de gasolina. La ganancia de los mayoristas ronda los 25 centavos el galón.

Román sostuvo que Puerto Rico es la jurisdicción de los Estados Unidos con el mayor impuesto a la gasolina, solo equiparable con el que se cobra en California, con la diferencia de que en esa localidad el impuesto es alto porque pretende persuadir al ciudadano para que use el transporte público. Ese no es el de Puerto Rico, en el que el objetivo del arbitrio es paliar una deficiencia fiscal del gobierno.

Por último estimó que si el precio del barril de petróleo experimentara un alza, sería factor de preocupación, toda vez que esta situación pueda traducirse en una merma en las ventas de gasolina en los puestos.