El más reciente informe publicado por el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) sobre la actualización de la Información Financiera e Informe de Datos Operativos al 30 de octubre del 2014 dejó en evidencia la incapacidad de la institución para mantener la reserva estipulada por ley, y al no existir fuentes de ingreso inmediata que pudiesen capitalizar sus arcas, analistas y economistas coinciden en que la liquidación del banco es inevitable.
Para algunos de los entrevistados lo ideal hubiese sido que se realizara de una manera organizada hace muchos años atrás y no ahora de una manera atropellada. Para otros sencillamente debe ser un remedio que debe tomarse de inmediato en el foro estatal, antes que los bonistas tomen la iniciativa de acudir primero a los foros pertinentes para buscar auxilio. No obstante, en lo que todos parecen coincidir es en que el banco es insalvable y se tiene que
manejar su liquidación y cierre como se ha hecho con otros bancos comerciales en la Isla.
El economista Santos Negrón, quien por varios años se desempeñó también como vicepresidente de la Oficina de Estudio y Análisis Económicos del BGF, explicó que es una cuestión objetiva de cifras y parámetros que evidencian la grave situación del banco, con el agravante de no existir ninguna alternativa en el futuro inmediato que pudiese capitalizarlo y detener su liquidación. “Hacienda tiene que actuar, no existe banco al que se le tolere la insolvencia. Se trata de algo serio donde no existen perdones. Una vez el banco queda por debajo de los parámetros de reserva existe la responsabilidad legal, financiera y económica de proceder a su liquidación. Lamentablemente, no veo como se pueda resolver. El mismo informe en sus página 61 y 62 sentencia lo que queda hoy en el banco”.
Negrón agregó que el BGF se desvanece dejando atrás la importancia para la cual fue creado: un agente fiscal, asesor del gobierno y depositario del gobierno y del tesoro, entre muchas otras funciones. Reiteró ser inconcebible y espantoso que el banco llegara a este punto, cuando años atrás era la institución más prestigiosa del país. “Era el templo de la calidad y lamentablemente se regaló. Es muy triste pero no veo manera en que puedan recuperar su base de capital en tan corto tiempo”.
Para el economista Carlos Colón del Armas, el cierre del banco debió haberse concretado en 2004, de una manera planificada, como una estrategia dirigida a reducir la deuda pública y eliminar la posibilidad de otorgar préstamos.
“No lo hicieron en aquel momento y ahora los toma por sorpresa, complicando más el problema existente. Que llegue ahora un síndico a operar el banco, lo que haría es tratar de cobrar las deudas sin importar las capacidad de repago de los acreedores, lo que incrementa la presión a las agencias y corporaciones públicas, que no tienen fuente de pago alguno”.
Aclaró que el problema del BGF es independiente al problema de liquidez del gobierno central y el primero nada tuvo que ver en la situación del segundo. Explicó que el gobierno por años mantuvo su liquidez a través de los mercados financieros y la emisión de los TRAN’S. Una vez cerrado el acceso a los mercados no pudieron manejar el flujo de efectivo como siempre lo habían hecho.
Sin embargo, analistas entienden que ahora es cuestión del primero que dé el paso de acudir a los tribunales, el banco para liquidarse y los acreedores para cobrar. El licenciado John Mudd sostuvo que desde el mes de diciembre de 2014 esto se veía venir, momento en que se rumoraba la salida del gobierno, de la hoy presidenta del Banco, Melba Acosta. Ante la realidad de los números presentados en el informe, entiende que lo ideal es que el gobierno acuda al tribunal de San Juan a solicitar un síndico que se encargue de liquidar las deudas, las cuales superan los activos de la institución bancaria. De esta manera entiende se adelantan al proceso que los bonistas pudiesen solicitar para el repago de las deudas contraídas con ellos.
“Si el gobierno lo liquida pospone el pago de la deuda, si sobra algo. Los bonistas pueden demandar, pero
es proceso que toma mucho tiempo y en el proceso se extiende el tiempo para el repago de la deuda. Sin embargo, hay unos bonos dentro del banco que esta garantizados por el ELA, una especie de GO’s, lo que verdaderamente no existe porque en la ley hablan de deuda pública y todo es deuda pública”, sostuvo en momentos en que enfatizó que bajo una liquidación, gran parte de lo poco que tiene el banco sería utilizado para el pago de los auditores.
Sin embargo para el legislador Rafael “Tatito” Hernández la idea de liquidar el BGF no es real, ya que se trata de un ente que funciona como un banco comercial, intermediario financiero, auditor, regulador y fiscalizador del gobierno.
Agregó ser una dependencia que maneja fondos públicos por lo que aplicar una liquidación por falta de reserva no le aplicaría. “Ese análisis no es tan sencillo. No le pueden poner un síndico a una entidad que es el síndico del
Gobierno de Puerto Rico, de las corporaciones, municipios, agencias e innumerables instrumentalidades como el Banco de Vivienda, COFINA, Banco de Desarrollo Económico, entre otras.”
Lo que sí está seguro que sucederá es que en diciembre el BGF se acoge a su primer impago oficial, por lo que los acreedores tendrían que sentarse junto al gobierno a renegociar dicha deuda. Igualmente entiende que no se experimentará una huida de los depósitos de las agencias gubernamentales, ya que existen unos contratos que fueron firmados con unos términos predeterminados.
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