¡Ya salimos del closet! Se dijo allí que (1) somos territorio; (2) que estamos pelaos; (3) que los chavos se van a acabar; (4) que cuando se acaben y no se puedan proveer los servicios de gobierno, Puerto Rico sufrirá una crisis humanitaria de graves proporciones; (5) que no nos podemos dejar convertir en la Argentina del hemisferio; (6) que los que vivimos en esta isla somos ciudadanos americanos; (7) que los causantes de este debacle han sido los gobiernos de las últimas tres décadas y que le cae su agüita al congreso; (8) que el costo del servicio de nuestra deuda ronda en el 40% de nuestro ingreso bruto, lo que es imposible de sostener, dado que ese costo no debe pasar del 6% (Carlos Colón de Armas se enfrascó en una defensa de datos “científicos” de que nuestro servicio de deuda ronda en el 18%, y esto le llevó a una argumentación que no le resultó muy favorable); (9) que una quiebra no nos salva de tener que pagar y nos asegura años de costosos litigios en San Juan y en Nueva York que hará a muchos abogados muy ricos durante mucho tiempo; y, lo más importante, (10) que el congreso federal y la nación americana tienen que ayudar a salvar la situación de Puerto Rico. ¡Salimos!
No sé que surgirá del Comité de lo Jurídico ni de ayuda financiera para salvar nuestra crisis, que tiene visos de rayar en seria crisis humanitaria cuando nos hundamos. Puerto Rico se levantó de ser “The Poor House of the Caribbean” a ser la joya del Caribe que muchos querían emular. Va en picada a volver a ser la casa pobre del Caribe, incapaz de preparar un estado financiero auditado.
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