Por: Enrique Kike Cruz,  analista de NotiUno

Todavía recuerdo el primer año de Alejandro García Padilla en La Fortaleza. Recuerdo una actividad de “desarrollo económico” a la que invitó a unas luminarias del béisbol, ya retirados. En ese evento les regaló a los más de 300 hombres y mujeres de negocios un bate autografiado por estos futuros miembros del salón de la fama en Cooperstown.

Hoy muchos de ellos todavía recuerdan ese evento y guardan con mucho cariño ese bate. Lo que jamás se imaginaron era que Alejandro les iba a dar con ese bate por la “chola” en los próximos tres años de su mandato.

A los empresarios de las telecomunicaciones que estaban allí y a quienes les regaló un bate, les trajo a PREPANET para que compitiera contra ellos con la simple firma de una orden ejecutiva.

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A los del área de la salud, después de anunciar que iba a incluir 75,000 mil vidas más en Mi Salud, les ha dejado de pagar y ha llevado el sistema de salud pública a la quiebra. Hoy, muchos hospitales continúan cerrando pisos, reduciendo personal, salarios y beneficios.

En el área de salud, los únicos que siguen haciendo su agosto son aquellos planes médicos que continúan subiendo primas, eliminando beneficios y cancelando contratos a los médicos y laboratorios. El gobierno le ha dado tremendo batazo a los médicos y suplidores de servicio de salud. ¡Ah! y ¿se acuerdan del gran impulsador de la economía de salud? ¿Se acuerdan del turismo médico? Los promotores dicen que han salido corriendo y que el contrato se lo han dado a un “amigo del alma”.

¿Y qué hay de los ídolos del béisbol de Grandes Ligas que estuvieron en la actividad y autografiaron los bates? A esos la semana pasada les dijeron que eran BRUTOS, obviamente sin generalizar. Como diría nuestro gobernador.

A los peloteros de Grandes Ligas les pasó igualito que a los que le prestaron dinero al gobierno de Alejandro. Primero eran “amigos de Puerto Rico”, luego terminaron como buitres.

Como me dijo una persona allegada a este gobierno cuando le dije que necesitábamos aunar esfuerzos para que los juegos no se cancelaran versus criticar y llamar brutos a los peloteros. La persona me contestó; “Si, pero primero tenemos que buscar que el gobernador se calle la boca”.

El mosquito del Zika nos ha pegado duro, quizás hasta más duro de lo que jamás se pensó. Yo llevo jorobando con este mosquito desde el 18 de enero del 2016, lamentablemente los encargados de vigilar por la salud del estado NO.

Desde aquel entonces advertí los estragos que esto le podía causar a la industria del turismo, hoy vemos que las cancelaciones sobrepasan las 25,000 habitaciones noche.

Todo esto ocurre en medio de una “subasta” que se lleva a cabo por la administración del Centro de Convenciones y el cambio en mercadeo por parte del gobierno de cómo promover a Puerto Rico. El momento para inventar es bien crítico y, según fuentes de entero crédito, los federales están pendientes de cuanto contrato y adjudicación se está llevando a cabo. Especialmente si ha habido compromisos previos a la adjudicación.

Que por cierto, los federales llevan “calladitos” por varios meses.

La semana pasada no podía terminar sin una reunión de ejecutivos en la que participó el negociador de facto de esta administración. Me refiero a Jim Millstein. Según me cuentan el sudor y la peste a arrogancia impregnó el salón.

Este señor, a quien se le paga con fondos públicos, en ocasiones luego de mirar las preguntas rompía los papeles y les decía a su audiencia “ésta no la voy a contestar”. La soberbia era tal que en una dijo “llevo un año en Puerto Rico, pero 30 haciendo esto”. ¡WOW! Usted sabe lo que es vivir de crear desastres, enriquecerse a base de hacer daño a otros. Son temas de películas, que hoy estamos viviendo en nuestra Isla.

No quiero terminar sin seguir insistiendo en el desastre turístico hacia el que vamos. Lo próximo serán cruceros, vacaciones, visitas de negocios, en fin la voz se seguirá regando y la gente no va a querer venir ni a buscar oro en Puerto Rico. El gobernador y sus arrogantes estrategas, lo que quieren es la quiebra y la crisis humanitaria a como dé lugar, aun si eso significa destruir las poquitas cosas que funcionan.

Yo confió en que los republicanos en el congreso no hagan esto a la trágala, que lo piensen bien, que lo analicen bien y que no permitan que Obama y dos o tres congresistas irresponsables nos lleven a la quiebra. Alejandro ya llevó al gobierno ahí y Bernier que no crea que con pintar la casa va a matar el comején.