WASHINGTON — Donald Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, prometieron el jueves que colaborarán a pesar de sus diferencias, después de una reunión matutina con la que se buscó unificar a un partido convulsionado por el ascenso del empresario al borde de la candidatura presidencial republicana. El legislador pareció acercarse a dar su respaldo pleno a Trump.

En un comunicado, Trump y Ryan describieron su encuentro como un “paso muy positivo hacia la unificación”. Reconocieron que existen “muchas áreas importantes de terreno común” así como otras áreas en las que discrepan. Ryan provocó estupor entre los republicanos al negar su respaldo la semana pasada cuando se hizo evidente que Trump avanzaba a paso firme hacia la candidatura.

La reunión se produjo en medio del clamor creciente de muchos republicanos de dejar atrás la insólita discordia. La declaración conjunta indica que a ambos interesa moderar la pelea interna y unir al partido para enfrentar a los demócratas y su probable candidata Hillary Clinton en noviembre.

Ryan dijo en conferencia de prensa que están “plantando las semillas” para lograrlo.

En la víspera del encuentro, Trump moderó su retórica agresiva de los últimos días. Preguntado por el noticiero de la cadena Fox quién es en su opinión el líder del partido, respondió: “Yo diría que Paul por ahora y tal vez por mucho tiempo”.

“Siempre habrá diferencias”, dijo. “Si hay acuerdo en un 70%, eso es siempre mucho”.

Los dos representan visiones ampliamente divergentes del Partido Republicano y si pueden unirse o no sería un presagio de si el partido podrá sanar de una interna brutal o marchar hacia la ruptura irrevocable.

Trump, quien durante años se registró como demócrata, ha ofendido a las mujeres, los hispanos y otros sectores al tiempo que ha violado la ortodoxia partidaria en diversos asuntos caros a Ryan, como libre comercio, salarios y libertad religiosa.

Ryan, un conservador concentrado en la elaboración de políticas públicas, dice que el republicano debe ser un partido de ideas y ha propuesto un programa que incluye recortes en los servicios de salud para pobres y jubilados y en otros programas sociales, que le ha valido el desprecio de Trump.

Un sector cada vez más amplio de votantes republicanos parece alinearse con Trump a pesar de que no cuenta con el respaldo de figuras influyentes como Ryan, los ex presidentes Bush padre e hijo o el candidato del partido en 2012 Mitt Romney.

Con todo, casi dos de cada tres votantes republicanos tienen una visión favorable de Trump, mientras el 31% tiene una visión desfavorable, según una encuesta Gallup de la semana pasada. Las cifras representan una inversión casi total de la misma encuesta a principios de marzo.