288 Puertorriqueños firmaron esta Declaración de
Nacionalidad no aceptando la Ciudadanía Americana en el 1917, solo 13 murieron
sin ella.
En
el ejercicio de la libertad de expresión, en Puerto Rico hay dos o más
versiones de la historia.
Unos
escriben que los Estados Unidos nos invadieron, forzaron e impusieron la
ciudadanía americana. Eso no es lo que hemos leído, ni lo que interpreta la
mayoría de los puertorriqueños.
Descubiertos
y colonizados por España desde el 1493, por hidalgos y presidiarios. Los
colonizadores
abandonaron
la Isla tras agotar el oro.
Repoblándose
por la Real Cédula de Gracia del 10 de agosto del 1815, principalmente por
estadounidenses, franceses, alemanes, italianos, holandeses, escoceses,
canarios, catalanes, corzos, ingleses y venezolanos. Esto fue el Segundo Piso,
según José Luis González, en el País de los Cuatro Pisos.
Si
tres cuartas partes de los puertorriqueños somos descendientes de los que
llegaron después del 1815, es de concluir que llevamos más años como colonia
bajo la bandera americana que bajo la española.
“Mi país solicitó unánime la ciudadanía de los Estados
Unidos muchas veces. La solicitó bajo la promesa del General Miles cuando
desembarcó en Ponce. Dennos la estadidad y recibiremos su gloriosa ciudadanía
para nosotros y nuestros hijos.” -Luis Muñoz Rivera, 5 de mayo de 1916-
Según www.proyectosalonhogar.com: “La Cédula facilitó
el acercamiento comercial con Estados Unidos que ya estaba en progreso. Estados
Unidos aprovechó la apertura comercial otorgada por esa medida para aumentar su
comercio con la Isla. Para 1830, 49% de las exportaciones de Puerto Rico iban a
Estados Unidos y sólo 6.8% a España, mientras que 27.2% de las importaciones
provenían de Estados Unidos y solo 12.1% de España”.
Para el 1898 Puerto Rico era el Puerto Pobre del
Caribe, con un gobierno absolutista, porque la autonomía nunca llegó al pueblo,
lleno de enfermedades, sin, o con muy pocas, escuelas públicas, sin
universidades y con 97% de analfabetismo.
“Si los Americanos nos hacen iguales esa es la Mejor
Independencia posible”
El médico y abogado Leopoldo
Figueroa Carreras,
legislador desde 1914, decía que al aprobarse por la Cámara de Delegados
favorecer la ciudadanía americana, el presidente José de Diego le dijo: “Si los americanos nos hacen iguales,
esa es la mejor independencia posible”, según decía el Dr. Figueroa.
Un
dato interesante escrito por Cabranes es que el primer puertorriqueño que
escribió la teoría de que los Estados Unidos nos concedieron la ciudadanía para
reclutarnos al Ejército, fue Vicente Géigel Polanco en el 1927, lo que la
realidad desmiente porque desde 1898 los puertorriqueños sobrepasamos las cuotas de soldados y para el 2 de
marzo del 1917 ya estaba terminando la Primera Guerra Mundial.
Otro
dato fue que hubo la intención de conceder la estadidad por la gran lealtad de
los puertorriqueños a creer y vivir la Constitución americana, pero no la
aprobaron porque en Filipinas había un grupo guerrillero reclamando su
separación.
Hoy
el 99.9% favorece la ciudadanía americana y hasta el PIP en su plataforma
favorece mantenerla.
PROCLAMA CUARTEL GENERAL DEL EJERCITO DE LOS ESTADOS
UNIDOS PONCE, PUERTO-RICO JULIO 28 1898 ¡A LOS HABITANTES DE PTO. RICO! Como
consecuencia de la guerra que trae empeñada contra España el pueblo de los
Estados Unidos por la causa de la Libertad, de la Justicia y de la Humanidad,
sus fuerzas militares han venido a ocupar la isla de Puerto-Rico. Vienen ellas
ostentando el estandarte de la Libertad, inspiradas en el noble propósito de
buscar a los enemigos de nuestro país y del vuestro, y de destruir o capturar a
todos que resistan en las armas. Os traen ellas el apoyo armado de una nación
de pueblo libre, cuyo gran poderío descansa en su justicia y humanidad para
todos aquellos que viven bajo su protección y amparo. Por esta razón, el primer
efecto de esta ocupación será el cambio inmediato de vuestras antiguas formas
políticas, esperando, pues, que acepteis con júbilo el Gobierno de los Estados
Unidos. El principal propósito de las fuerzas militares americanas será abolir
la autoridad armada de España y dar al pueblo de esta hermosa Isla la mayor
suma de libertades compatibles con esta ocupación militar. No hemos venido a
hacer la guerra contra el pueblo de un país que ha estado durante algunos
siglos oprimido, si no, por el contrario, a traeros protección, no solamente a
vosostros si no también a vuestras propiedades, promoviendo vuestra prosperidad
y derramando sobre vosotros las garantías y bendiciones de las instituciones de
nuestro Gobierno. No tenemos el proposito de intervenir en las leyes y costumbres
existentes que fueran sanas y beneficiosas para vuestro pueblo, siempre que se
ajusten a los principios de la administración militar, del orden y de la
justicia. Esta no es una guerra de desvastación, si no una guerra que
proporcionará a todos, con sus fuerzas navales y militares, las ventajas y
prosperidad de la esplendorosa civilización.
Nelson A.
Miles.
General en Jefe del Ejército de los Estados Unidos
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