“Dar un voto por el ‘Sí’, es premiar un
modelo político que ha producido más de 70 masacres en los últimos 11 años”
A los 60 años del ELA, Puerto Rico es uno de los países más violentos del mundo. En vez de paz, la cochina, asquerosa, criminal y corrupta colonia lo que nos ha legado es la intranquilidad, la inseguridad y el temor de vivir en el narcoELA de los ‘homejackings’ y ‘carjackings’.
Según las encuestas, la mayoría vive aterrada a expensas de que le peguen un tiro en sus casas, al salir de la marquesina, en el estacionamiento de alguna tienda o supermercado, o transitando campechanamente por cualquiera de los expresos y avenidas. En esos 60 años, nuestros espacios públicos se han convertido en campos de muerte. La criminalidad es, según las encuestas, la preocupación que más nos ha abrumado y angustiado desde la década de los 70 para acá. Por eso, votar ‘Sí’ para quedarnos como estamos, es un ‘voto castigo’, contra nosotros mismos. Seguimos hoy nuestra serie de las consecuencias nefastas de dar el ‘Sí’ al puerco ELA.
Si votas ‘Sí’, estarás dándole continuidad al paredón de fusilamiento que han establecido las narcogangas en cabezas de playa a través de los 1,200 puntos de droga que tienen en todos nuestros vecindarios, pueblos, residenciales, barriadas, comunidades y calles. Por cada municipio que tenemos, el ELA tiene de 13 a 15 puntos de droga.
Si votas ‘Sí’, como te pide el Partido Popular, estarás echándole la bendición a los más de 30,554 puertorriqueños asesinados en los 60 años del ELA. Los campos de asesinados han ido duplicando vertiginosamente década tras década después de inaugurado el ELA. 1,495 del 1952 a 1961; 2,127 del 1962 a 1971; 4,624 de 1972 a 1981; 5,669 de 1982 a 1991; 7,856 de 1992 al 2001; 8,458 del 2002 al 2011; y unos 350 en lo que va de este año. Un total de 30,575 en 6 décadas. En el ELA han muerto suficientes para hacer un muro como el de las bajas de la guerra de Vietnam. En el ELA se han asesinado en los últimos 11 años más del triple de los soldados muertos en las guerras de Irak y de Afganistán. Un voto por el ‘Sí’, es endosar la pena de muerte ejecutada a mansalva por los sicarios de los bichotes que reinan en este infierno tropical.
Votar ‘Sí’ para quedarnos igual, es recompensar los más de seis millones doscientos mil delitos de toda clase cometidos en Puerto Rico durante los últimos 60 años. Un voto por el ‘Sí’, es un voto para premiar un régimen de inseguridad pública, que desde el año 1971 ha generado más de 70 mil delitos Tipo I por año, para un gran total de 3,611,546. Eso incluye delitos de violencia, asesinatos, violaciones, robos, agresiones agravadas, escalamientos, apropiación ilegal, hurtos de autos, ‘carjackings’, secuestros, etc.
Un voto por el ‘Sí’ es endosar un sistema de Derecho en el que la Corte Suprema, dominada por el PPD, ha decretado precedentes para que los criminales tengan más derechos civiles que la gente decente. Votar por el ‘Sí’ es darle voto a un régimen de inseguridad pública que genera un promedio de tres asesinatos por día y donde la brecha entre ricos y pobres es dos veces más profunda que en Estados Unidos y donde la tasa de desempleo de los jóvenes sobrepasa el 30%, cuatro veces el promedio nacional.
Un voto por el ‘Sí’ es superar en asesinatos al narcoestado de México, donde los capos de la droga asesinaron a más de 47,500 personas entre los años 2006 y 2011. México tiene una población de 108 millones de habitantes y unos 15 mil asesinatos por año. En Puerto Rico, en ese mismo período, se asesinaron más de 5,500 con una población de solo 3.7 millones. La tasa de asesinatos per cápita del ELA es casi cuatro veces mayor que la del narcoestado mexicano.
Darle nuevamente un ‘Sí’ a la colonia es abonar a la bestial brecha de desigualdad económica en el ELA. Este es un país donde los ricos tienen 50 veces más dinero que los pobres; donde el 57% de los ingresos están en manos del 20% de los más que ganan y donde 20% de los más pobres, apenas reciben el 2% de los ingresos, según los datos más recientes dados por el Centro de la Nueva Economía. Esa injusticia económica creada por el ELA, es el caldo de cultivo de la criminalidad y de las guerras por los puntos y los asesinatos de jóvenes.
Prestarle el ‘Sí’ para quedarnos igual en la colonia, es recompensar un Sistema de Justicia donde la sentencia promedio en delitos graves es de 11 años, de los cuales solo se cumplen apenas 4 años antes de salir en libertad bajo palabra.
Votar de nuevo por el ‘Sí’ del ELA es reafirmar nuestro deseo de continuar perdiendo el 17% de nuestra población de menores de 18 años, muchos de ellos sacrificados a la droga y la violencia, como nos ha ocurrido en la última década.
Emitir un voto por el ‘Sí’ es pedirle a gritos que continuemos siendo lo peor de lo peor: #99 de 134 países en integridad y transparencia pública; #84 en costos de hacer negocios, crimen y violencia; #1 en violencia doméstica; y #3 en América en violencia criminal.
Un voto por el ‘Sí’ es recompensar un modelo social que tiene 60 mil adictos a la heroína, un cuarto de millón de adict
os y que consumen más de $5,000M al año en drogas.
Darle un voto de ‘Sí’ al ELA es premiar aquellos que nos imponen un régimen que se ha convertido en la tercera puerta
de entrada de droga y lavado de dinero a Estados Unidos y en la capital de asesinatos de América.
Dar un voto por el ‘Sí’ es premiar un modelo político que ha producido más de 70 masacres en los últimos 11 años. Noventa y tres porciento de los asesinatos de hombres; 80% de los asesinados son menores de edad; 84% de los asesinatos se perpetran con armas de fuego.
Dar un voto por el ‘Sí’ es recompensar el índice de violencia doméstica per cápita más alto del mundo.
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